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Plan de Salvación: ¿Cómo podemos Nacer de Nuevo?
El plan de salvación está en la Biblia. Dios nos da un claro plan para “nacer de nuevo”.
Primero, debemos reconocer a Dios como el creador de todo y aceptar nuestra humilde posición en la creación de Dios. “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11).
Luego, debemos reconocer que somos pecadores. “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
Dado que somos pecadores, estamos condenados a muerte. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Esto incluye separación eterna de Dios.
Pero Dios nos amó tanto a cada uno de nosotros, que entregó a su único Hijo, Jesús, para sobrellevar nuestro pecado y morir en nuestro lugar. “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Aunque nosotros no podemos entender cómo, Dios dijo que nuestros pecados fueron colocados en Jesús y que él murió en nuestro lugar. Jesús se convirtió en nuestro sustituto.
En la Biblia, un carcelero preguntó a sus prisioneros Pablo y Silas: “Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
La Biblia es clara, cree en Jesús como aquel que cargó tus pecados, murió en tu lugar, fue enterrado y luego resucitado por Dios. Es la sangre de Cristo y la resurrección que nos aseguran la vida eterna cuando lo llamamos nuestro Señor y Salvador. “Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” (Romanos 10:13). “Todo el que” incluye a todos y cada uno de nosotros.
Por lo tanto, si tú entiendes que eres un pecador y crees que Jesucristo vino como el único Redentor del pecado, entonces entiendes el plan de salvación. La pregunta es: ¿Estás listo para implementar el plan, recibiendo el regalo de Dios, Jesucristo? Si es así, cree en Jesucristo, arrepiéntete de tus pecados y entrégale el resto de tu vida a él como tu Señor:
El plan de salvación está en la Biblia. Dios nos da un claro plan para “nacer de nuevo”.
Primero, debemos reconocer a Dios como el creador de todo y aceptar nuestra humilde posición en la creación de Dios. “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11).
Luego, debemos reconocer que somos pecadores. “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
Dado que somos pecadores, estamos condenados a muerte. “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Esto incluye separación eterna de Dios.
Pero Dios nos amó tanto a cada uno de nosotros, que entregó a su único Hijo, Jesús, para sobrellevar nuestro pecado y morir en nuestro lugar. “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Aunque nosotros no podemos entender cómo, Dios dijo que nuestros pecados fueron colocados en Jesús y que él murió en nuestro lugar. Jesús se convirtió en nuestro sustituto.
En la Biblia, un carcelero preguntó a sus prisioneros Pablo y Silas: “Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
La Biblia es clara, cree en Jesús como aquel que cargó tus pecados, murió en tu lugar, fue enterrado y luego resucitado por Dios. Es la sangre de Cristo y la resurrección que nos aseguran la vida eterna cuando lo llamamos nuestro Señor y Salvador. “Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” (Romanos 10:13). “Todo el que” incluye a todos y cada uno de nosotros.
Por lo tanto, si tú entiendes que eres un pecador y crees que Jesucristo vino como el único Redentor del pecado, entonces entiendes el plan de salvación. La pregunta es: ¿Estás listo para implementar el plan, recibiendo el regalo de Dios, Jesucristo? Si es así, cree en Jesucristo, arrepiéntete de tus pecados y entrégale el resto de tu vida a él como tu Señor:
“Padre, sé que he quebrantado tus leyes y que mis pecados me han separado de ti. Estoy sinceramente arrepentido y ahora quiero apartarme de mi pasado pecaminoso y dirigirme hacia ti. Por favor, perdóname y ayúdame a no pecar de nuevo. Creo que tu hijo Jesucristo murió por mis pecados, resucitó de la muerte, está vivo y escucha mi oración. Invito a Jesús a que se convierta en el Señor de mi vida, a que gobierne y reine en mi corazón de este día en adelante. Por favor, envía tu Espíritu Santo para que me ayude a obedecerte y a hacer tu voluntad por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús oro, amén.”
“Arrepiéntanse y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados --les contestó Pedro--, y recibirán el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).
Si decidiste convertirte en cristiano el día de hoy, bienvenido a la familia de Dios. Ahora, como una forma de crecer más cerca de él, la Biblia nos dice que sigamos adelante con nuestro compromiso
- Bautízate como lo ordenó Cristo.
- Dile a otra persona de tu nueva fe en Cristo.
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- Pasa tiempo con Dios cada día. No tiene que ser un largo periodo de tiempo. Simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y tu comprensión de la Biblia.
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